jueves, 9 de diciembre de 2010

Anacreonte

















(572-485)
Poeta griego nacido en la ciudad jónica de Teos, (actualmente Siğacik, en Turquía)
Poeta migratorio e internacional, mezcla diferentes dialectos de Grecia, historia y relatos de la misma.
Escapando de la amenaza persa, los habitantes de la Jonia emigraron a Tracia, donde fundaron Abdera. Junto a ellos llega el joven poeta y se piensa que en esa ciudad escribe sus primeros versos y vive de la poesía.
El amor para Anacreonte es algo fundamentalmente sensual, fugaz y pasajero, por lo que sus composiciones sobre estos temas suelen ser breves
Hacía poesía al gusto de los protectores y en celebración del poder y el vino, siendo estos últimos los que con más fuerza veneraba en sus poesías, y de cierta forma las evoca, sin poder faltar las mujeres, las cuales hace mención que a pesar de que lo despreciaban por viejo, las convencía por tener mayor sabiduría en los manejos del amor. Por esto su lírica, canta los placeres del amor (tanto de hombres como de mujeres) y el vino, y rechaza la guerra y el tormento de la vejez.
A su compendio de poemas se les llama Anacreónticas
Anacreonte afirmaba con frecuencia, haciendo referencia a la relación que la poetisa Safo mantuvo con sus alumnas, que ésta había sentido un amor sexual por ellas. Tales afirmaciones fueron causa de rumor y con el paso del tiempo se extendieron de tal modo, que debido a ello nacieron los términos lesbianismo y safismo, que aluden a la homosexualidad femenina, en referencia al rumor extendido al respecto de Safo de Lesbos por el poeta
Influyó en la edad media a los poetas Goliardos, en el renacimiento a Garcilaso de la Vega, en el neoclasicismo a José Cadalso, Jean de la Fontaine y en el modernismo a Salvador Rueda, entre muchos más por los temas que con tanta clase abordo Anacreonte.
“sus innúmeros imitadores no han hecho más que manchar su nombre convirtiéndolo en el tipo de senilidad envidiada e impúdica.” L.M. Bowra


No te desprecies, niña,
de mí porque soy cano,
ni mi gusto desdeñes
con tu color rosado;
que en las guirnaldas bellas
siempre verás casados
a la rosa y al lirio
con ser roja y él blanco

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